Ningún deportivo nuevo, por muy potente o deseable que sea, puede igualar la pasión que despierta un nuevo Ferrari. La compañía del Cavallino Rampante siempre causa revuelo cuando presenta su última creación, y más aún cuando toma el relevo de un coche tan logrado como el F430. El 458 Italia luce un aspecto más agresivo que destila competición en cada curva. Ojos amenazadores, una boca ancha lista para devorar la pista, un perfil esculpido por el viento y una popa inspirada en el Enzo: todos los ingredientes están ahí para convertirlo en un icono. El triple tubo de escape al estilo F40 pone el broche final a esta obra maestra. En el interior, la calidad percibida parece haber mejorado aún más, con el salpicadero más orientado hacia el conductor, que tiene acceso a todos los mandos desde el volante. Asientos de cubo de carbono, levas del volante cortadas del mismo material, instrumentación que mezcla lo analógico y lo digital, el ambiente de carreras está garantizado.