Decir que este sexto Quattroporte ha caído en desgracia sería injusto. A simple vista, el sentido del estilo de su predecesor está casi intacto. Todas las señas de identidad de Maserati están ahí, desde la parrilla ovalada hasta el tridente del pilar C y las rejillas de ventilación laterales. Con 5,26 metros de largo, el italiano es ahora más imponente que las versiones largas del Mercedes Clase S y del BMW Serie 7. La popa ha recibido un tratamiento más clásico. Desde ¾ de la parte trasera, la identidad Maserati es menos obvia… Detrás de esta fachada, todo es nuevo. La presentación ha subido un peldaño. Atrás queda el bloque monolítico que hacía las veces de consola central en la generación anterior. El diseño del mobiliario se ha vuelto más refinado pero… sigue siendo igual de llamativo. Nuestra versión GTS, la más alta de la gama (la familia Quattroporte empieza con un V6 de 410 CV), tiene un motor completamente nuevo de tamaño reducido. Al igual que su predecesor, también se ha desarrollado (en parte) en Ferrari. Un buen augurio, a pesar de la presencia de dos turbos… El paso a la categoría superior va acompañado de 90 CV suplementarios, lo que da un total de 530 CV extraídos del nuevo motor “pequeño” de 3,8 litros.