El 330 GT fue el sucesor del 250 GT/E, el primer Ferrari 2+2 de calle fabricado en serie. El 250 GT fue juzgado en ocasiones demasiado conservador y poco potente; estas críticas se tuvieron en cuenta para el siguiente modelo: el 330 GT, presentado en el 64, ofrecía un diseño más agresivo y asertivo, gracias al talento de Tom Tjaarda para Pininfarina, un motor mucho más potente (4 litros en lugar de 3, y 300 CV en lugar de 240), era más cómodo y también más rápido (245 km/h).